Digno hijo de la crisis de aquel entonces, refleja en su propuesta un nuevo comienzo. Como el propio autor reconoce: “cuando se cayeron todos los relatos, traté de hacer una búsqueda en mí mismo. Una indagación capaz de recobrar el sentido de la palabra, ahondado en los sonidos. Para eso traté de romperlas”. Y le salió bien. El libro en sí mismo es como acaba de definirlo. Un reto lúdico con el lenguaje, donde no falta lo performático, lo osado y hasta lo divertido que surge de esto. Influenciado tanto
por Girondo como por Luca Prodan, este experimento es fiel reflejo de la unión del rock con la poesía. Ejemplo de ello es el poema “Mantra de la mulería” que con tanta pasión recitaba en los conciertos que brindaba con su banda, allá por el 2005.
Este título, al igual que sus predecesores “Puerta ciega” y el mencionado “Espejos enfrentados”, fue publicado de manera independiente, y circuló por recitales, plazas, parques. Sin registro ni mayores formalidades.
Pamparadám - Iván Quinteros
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Digno hijo de la crisis de aquel entonces, refleja en su propuesta un nuevo comienzo. Como el propio autor reconoce: “cuando se cayeron todos los relatos, traté de hacer una búsqueda en mí mismo. Una indagación capaz de recobrar el sentido de la palabra, ahondado en los sonidos. Para eso traté de romperlas”. Y le salió bien. El libro en sí mismo es como acaba de definirlo. Un reto lúdico con el lenguaje, donde no falta lo performático, lo osado y hasta lo divertido que surge de esto. Influenciado tanto
por Girondo como por Luca Prodan, este experimento es fiel reflejo de la unión del rock con la poesía. Ejemplo de ello es el poema “Mantra de la mulería” que con tanta pasión recitaba en los conciertos que brindaba con su banda, allá por el 2005.
Este título, al igual que sus predecesores “Puerta ciega” y el mencionado “Espejos enfrentados”, fue publicado de manera independiente, y circuló por recitales, plazas, parques. Sin registro ni mayores formalidades.